Desde el origen de la concepción de un proyecto hasta el final de su ciclo de vida, el proyecto debe evolucionar y reaccionar a través de la toma de decisiones de los responsables o líderes junto con la información necesaria para esta evolución. Se trata, por tanto, de gestionar la información del proyecto necesaria para su finalidad de la mejor manera posible, de forma coordinada y direccional, y de la eficacia de este proceso evolutivo depende el éxito o el fracaso del proyecto.

Con el uso de BIM se genera información cada vez más abundante, compleja y de forma más rápida, siendo necesarias sofisticadas herramientas tecnológicas para gestionar esta información y transmitirla de forma eficiente y comprensible a los agentes implicados. Sin duda, BIM se encamina a ser una tecnología en sí misma con autonomía suficiente para generar proyectos más eficientes.

Siempre hemos utilizado herramientas y sistemas de comunicación que facilitan el progreso del proyecto, pero desde la llegada del BIM, estas herramientas también están evolucionando y se están integrando cada vez más para convertirse en una única estructura.

Hoy en día utilizamos multitud de sistemas que ya son entornos colaborativos habituales, desde un servidor que gestiona múltiples ordenadores en una red local, el correo electrónico, plataformas ftp para el intercambio de archivos entre oficinas en diferentes ubicaciones, plataformas de sincronización en la nube, sistemas virtualizados, incluso el programa de chat que tenemos en nuestros móviles son herramientas muy potentes para intercambiar información relacionada con un proyecto de una forma muy eficiente. Todos ellos en su evolución dependen de Internet.

El problema es que todas estas herramientas funcionan por separado, y una vez más corremos el riesgo de perder información, no transmitirla correctamente a todos los necesarios, duplicar versiones y complicar los flujos de trabajo al no simplificar e integrar estas herramientas para todos los implicados. Además, estas herramientas deben formar parte de la metodología BIM, deben ser capaces de trabajar con el modelo como punto de partida y, en nuestra opinión, trabajar de forma bidireccional desde el modelo a las fuentes externas de información.

Por eso podemos definir el entorno común de datos como:

El CDE (Entorno Común de Datos) proporciona un entorno de colaboración en el que los equipos pueden compartir su trabajo y archivos para el proceso de gestión de la información. El CDE podría constar de más de un sistema configurado para cumplir los requisitos definidos en normas como la ISO 19650. Este documento presenta el proceso de gestión dentro del CDE necesario para facilitar la entrega de la información necesaria sobre el proyecto. Este proceso es claramente direccional desde la fase denominada CAPEX (Capital Expediture) que comienza definiendo las estrategias del proyecto que se reflejarán en el BIM Execution Plan, hasta el inicio del OPEX (Operational Expediture) donde comienza la fase de Operaciones y Mantenimiento en el uso del edificio o infraestructura (Activo).

Las ventajas de utilizar un CDE son las siguientes

• La propiedad de la información generada (maquetas, documentación gráfica y no gráfica) está garantizada y permanece con sus creadores, aunque se comparta y reutilice, sólo quien la genera está autorizado a intercambiarla.
• La información compartida reduce la producción de información coordinada en tiempo y coste (modelos federados)
• Se puede generar cualquier cantidad y variedad de documentos y conjuntos de datos a partir de la combinación de distintos modelos de trabajo.

If information sharing procedures are continuously, regularly and appropriately updated by the design teams, spatial coordination of the model is an advantage provided by the use of the EDC.

Si los procedimientos para compartir la información son realizados periódicamente por los equipos implicados, la coordinación espacial del modelo es una ventaja que proporciona el uso del CDE.

La información puede utilizarse para la planificación de la construcción (4D), la estimación de costes (5D), la eficiencia y la sostenibilidad o la gestión de instalaciones (6D), entre otros posibles usos. El flujo colaborativo de información relacionada con el proyecto se desarrolla dentro del CDE, que evoluciona al mismo tiempo que las fases del proyecto, desde un proyecto esquemático, un modelo detallado para la construcción, hasta un modelo que simula el uso del proyecto con gráficos y no gráficos.

Al tratarse de un entorno único en el que convergen diferentes disciplinas, intereses y acciones de colaboración, este sistema debe facilitar la interoperabilidad entre las distintas plataformas informáticas y basarse en formatos accesibles de estándares abiertos. El formato estándar reconocido en los sistemas BIM que contiene la información gráfica y de metadatos necesaria para definir el proyecto es el IFC (Industry Foundation Classes), un formato que hoy garantiza la interoperabilidad entre las distintas plataformas comerciales que trabajan en BIM.

Existen otros formatos a tener en cuenta y estudiar su aplicación como el BCF (Formato de Colaboración Bim) que proporciona información sobre la coordinación de modelos federados para la resolución de conflictos detectados en la revisión del proyecto, y el COBie (Operaciones de construcción Intercambio de información sobre edificios) que define la información del proyecto necesaria para una gestión adecuada de los activos en la fase de explotación y mantenimiento.

El entorno de colaboración común debería:

• Ser un espacio único para gestionar un proyecto.
• Ser accesible y operable desde Internet de forma abierta.
• Garantizar la correcta coordinación y distribución de la información del proyecto.
• Almacenar adecuadamente la documentación válida y útil del proyecto durante toda su vida útil.
• Permitir la visualización y el control del modelo federado en formatos BIM estándar.
• Garantizar la propiedad y autoría de los modelos y la información del proyecto por parte de sus creadores.
• Servir para justificar la entrega de la documentación requerida por los equipos.
• Servir para validar y aprobar la documentación presentada requerida por los equipos.
• Definir las funciones, responsabilidades y derechos de cada equipo y persona implicada en el proyecto. Por ello, debe contener el BIM Execution Plan como documento que defina los usos y estrategias en el desarrollo del proyecto.